El fantasma de la hiperinflación: ¿ya llegó a la Argentina y cuáles son sus efectos inmediatos?
Hiperinflación entre 1989 y 1990
El antecedente inmediato a este proceso de alta inflación es la hiperinflación que sucedió entre 1989 y 1990 bajo los Gobierno de Raúl Alfonsín y posteriormente Carlos Menem. En febrero de 1989, el Banco Central se quedó sin reservas en dólares para subastar y satisfacer la demanda de moneda extranjera y se retiró del mercado cambiario. Esto dio inicio a una espiral de fuertes depreciaciones del austral, con subas de las tasas de interés y el crecimiento del déficit fiscal.
Entre diciembre de 1989 y marzo de 1990, ya había asumido la presidencia Carlos Menem tras el adelantamiento del traspaso de mando, y se sucedió un segundo pico hiperinflacionario que provocó la renuncia del Ministro de Economía, Néstor Rapanelli, y el fin del Plan BB (por el grupo Bunge & Born). La hiperinflación continuó durante todo ese año y recién se volvería a niveles pre-mayo del ’89 en febrero de 1991.
Fuerte debate en redes: ¿vamos hacia una hiper?
Desde su cuenta en Twitter el economista Fernando Marull posteó este gráfico que compara aquel periodo alfonsinista con los últimos meses y dijo: “Hiperinflación es cuando la inflación acelera hasta que volcás. En 1989 fue 30% mensual y después aceleró al 70% y luego 100% mensual. Eso es una hiperinflación. En 2023 si es 30% y después empieza a bajar, a 20% y tras ello a 10% no es un proceso hiperinflacionario. Se trata más de una liberación de precios relativos que una hiperinflación”.
Carlos Mastalón también se expresó y le respondió a Javier Milei: “No puede haber hiperinflación en la Argentina de hoy, aunque la busque Javier Milei por jactancia personal, por dos razones: la primera, el mercado está comprado y no vendido en dólares, en 1989 estaba recontra vendido. Y la segunda es porque la cantidad de pesos en términos reales de dólares se expande en vez de bajar”.
Ambito