La campaña de las fuerzas políticas tienen poca pólvora y se nota. Acompañando el descontento de la sociedad hacia la labor de los dirigentes, ellos levantaron el pie del acelarador y transitaron la segunda etapa proselitista regulando, si se permite la metáfora automovilística.

Entre julio y agosto, los precandidatos y las agrupaciones de la ciudad se mostraron más activas que en este tramo final cuando realmente se define el hombre que conducirá Gualeguaychú en los próximos cuatro años.

La campaña nunca tomó temperatura más allá de algo de publicidad rodante, pasacalles y carteles [muchos de ellos vandalizados e intervenidos por los rivales]y algunas volanteadas en los barrios y la Costanera.

El intendente y candidato a senador Departamental, Martín Piaggio, concuerda que fue una campaña “más corta en tiempo e intensidad, con la particularidad para nosotros de que estamos gobernando y eso la hace diferente al resto de los candidatos. Estoy muy contento con la campaña y aposté, como antes, a relacionarnos con la gente, comunicar lo que hacemos y pensamos, mostrando nuestro posicionamiento y cómo laburamos todos los días”.

“Sin grandes promesas, contamos a la gente en qué pudimos avanzar. En lo personal, me deja muy satisfecho y puedo dormir tranquilo. El pueblo es el que define, el domingo 22 veremos los resultados, serán los votantes quienes nos eligirán o no, sin ninguna interferencia en el medio”, señaló.

EL PESO DE LA CRISIS

En el mano a mano, Piaggio admitió que “fue una campaña muy cruzada por lo nacional y eso la hizo más difícil, nos complicó para concentrar las miradas en qué tipo de ciudad queremos y en la defensa de nuestros temas”.

Sobre el impacto del arrastre nacional en el voto del próximo domingo, reconoció que “evidentemente, el golpe en el bolsillo de la gente es lo más difícil de asimilar, sobre todo para las miles de familias a las que le cuesta mucho llegar a fin de mes. Reconozco que la situación está muy brava y me gustaría que Argentina pueda encontrar un rumbo en el que se saque de encima estos problemas macroeconómicos o que empiece a crecer. Hoy la crisis golpea a la gente y eso tiene su traducción en el voto”.

Centrado en lo local, sin mencionar a ninguno de los candidatos de su espacio en estas elecciones, Martín Piaggio ya siente que se despide de la gestión ejecutiva: “Recibo una retribución de la gente hacia la gestión, más allá de la lógica de la economía. Valoran mucho cómo está la ciudad, cómo avanzó en muchos temas y apelo a que eso va a imponerse el domingo”. Y enseguida reflexionó: “Si la gente aprecia los logros, podrá sentir que es el pueblo quien defiende sus propias conquistas y no es un dirigente”.

Finalmente, consultado sobre su percepción del resultado electoral, el intendente prefiere esperar a la noche del domingo 22: “En las pocas encuestas que hemos vistos es difícil medir la boleta completa ya que tenemos una supuesta percepción de cómo está cada categoría o cómo me podría ir como candidato a senador frente al resto de los candidatos, pero no me puedo quedar con esa hipótesis de resultado porque la que tracciona es toda la boleta”.

A días de los comicios, la última carta para el oficialismo en su aspiración para retener el poder será el cierre de campaña previsto para el martes 17, frente a la sede partidaria de la calle Perón con la fórmula a la intendencia y, casi seguro, la presencia de Claudia Monjo que es la postulante a la vicegobernación de la provincia por Más para Entre Ríos.