El oxígeno, la clave de la búsqueda a contrarreloj del submarino que exploraba restos del Titanic

0
submarino-titanwebp

En submarino que llevaba un grupo de cinco turistas a bordo para ver los restos del Titanic perdió contacto y sigue perdido en en el océano Atlántico. EEUU y Canadá llevan adelante el operativo frente a sus costas.

Según los guardacostas estadounidenses, el contacto con el sumergible “Titan” se perdió en la tarde del domingo tras una hora y 45 minutos de inmersión.

Según David Concannon, asesor de OceanGate, el suministro de oxígeno embotellado de 96 horas del que dispone comenzó a usarse a partir de aproximadamente las seis de la mañana del domingo y, en teoría, durará hasta la mañana del próximo jueves.

Los especialistas toman en cuenta que el cálculo varía de acuerdo con la frecuencia respiratoria de los pasajeros, y más cuando a bordo hay turistas con poca experiencia en submarinismo.

Entre las personas a bordo del submarino figura el millonario y aviador británico Hamish Harding, de 58 años, presidente de la empresa de jets privados Action Aviation, según consignó la agencia de noticias AFP.

El conocido empresario pakistaní Shahzada Dawood, vicepresidente del conglomerado Engro, y su hijo Suleman también iban a bordo, según un comunicado de la familia.

Otroo de los cinco viajeros es el propio CEO de la empresa OceanGate, responsable de la organización de esta serie de carísimos viajes oceánicos. Se trata del empresario Stockton Rush, cuya compañía cobra 250.000 euros por cada viaje en este submarino para explorar el pecio del trasatlántico naufragado, fundó la compañía de viajes submarinos hace 13 años.

“Por ahora, se ha perdido el contacto con el sumergible y la información disponible es limitada”, añadió la familia, agradeciendo a colegas y amigos su preocupación.

La Guardia Costera estadounidense admitió que las operaciones de búsqueda eran complejas. “Es una región lejana y es complicado hacer búsquedas en una zona así”, dijo ayer el contralmirante John Mauger a los reporteros en Boston, en el noreste de Estados Unidos, desde donde supervisa la operación.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *