El Salvador elige: Bukele se declaró ganador por amplio margen
El actual mandatario tiene casi asegurado un segundo ciclo de cinco años, con una popularidad del 90% y sin rivales de peso.
De convertirse en el primer mandatario salvadoreño en ser reelecto en casi 100 años, Bukele ha prometido que el régimen de excepción seguirá hasta que capturen al último pandillero y su vicepresidente dijo a Reuters esta semana que mantendrá al bitcóin como moneda de curso legal a pesar de la poca aceptación y que el bukelismo es un proyecto de décadas.
“Aún falta muchísimo por hacer pero, paso a paso, resolveremos décadas enteras de saqueo y abandono”, escribió el presidente de 42 años en su cuenta de X, una plataforma que ha usado para promocionar sus logros y atacar a sus detractores.
“Si nosotros hemos ya superado nuestro cáncer con metástasis, que eran las pandillas, ahora sólo queda recuperarnos (…) lo que viene para El Salvador es un periodo de prosperidad”, agregó en una rueda de prensa tras ejercer su voto en San Salvador, ataviado en una camiseta cian -como el color de su partido-, jeans y una gorra blanca.
Bukele impuso un estado de excepción que militarizó el país
Tras un sangriento fin de semana con 87 muertos, Bukele impuso en marzo de 2022 un estado de excepción que militarizó el país y suspendió garantías constitucionales.
Desde entonces, la política derivó en 76.000 detenidos y redujo a mínimos históricos los asesinatos, oficialmente 2,4 por cada 100.000 habitantes en 2023, en el que antes fue el país con mayor violencia criminal del mundo.
Pero organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch denuncian arrestos arbitrarios, torturas y muertes en prisión.
Unos 7.000 inocentes fueron liberados, pero muchos siguen en la cárcel sin debido proceso ni poder comunicarse con sus familiares.
Con cada vez más poder, Bukele -de ascendencia palestina y quien se burla de sus críticos que le llaman “dictador”-, controla, además del Parlamento, la Justicia, la Fiscalía y el resto del aparato estatal.
Magistrados renovados por ese Congreso interpretaron la Constitución a su favor y, pese a estar prohibida la reelección, le permitieron postular para un segundo mandado, por lo que analistas y opositores aseguran que su candidatura es inconstitucional. La oposición está en pedazos.
Una oposición débil intenta enfrentar a Bukele
Los cinco candidatos opositores apenas aparecen en las encuestas, incluidos los del izquierdista Frente Farabundo Martí (FMLN), Manuel Flores, y de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Joel Sánchez.
“Con otros cinco años, tendrá suficiente tiempo para consolidar una dinámica de partido hegemónico”, dijo a AFP el politólogo Álvaro Artiga, de la Universidad Centroamericana (UCA).
Según sondeos, el partido oficialista Nuevas Ideas conseguiría 57 de las 60 bancas, con lo que reforzaría su control de la Asamblea Legislativa, eliminando cualquier posibilidad de contrapeso en el recinto. El FMLN obtendría dos bancas y Arena, una.
Los demás partidos, en tanto, enfrentan la posibilidad de perder su personería jurídica, dado que de acuerdo con la ley electoral salvadoreña, las agrupaciones políticas deben obtener un mínimo de 50.000 votos o al menos un escaño para conservarla.
Muy seguro de su reelección, el presidente más popular de América Latina, según una encuesta regional, ni siquiera ha pedido el voto para él.
Avivando el miedo a que vuelvan las pandillas, pidió votar por Nuevas Ideas y no perder uno solo de los 56 escaños que tiene en la legislatura saliente, para no poner en “riesgo la guerra contra las pandillas”.
Con entre 5 y 7 millones de seguidores en X, Tiktok, Instagram y Facebook, Bukele, casado con la psicóloga Gabriela Rodríguez y con quien tiene dos niñas, promociona megaproyectos y el turismo en “el país más seguro de América Latina”.
AMBITO