El gobierno de Entre Ríos cerró el predio en medio de los humedales donde celebraron una fiesta electrónica

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La Secretaría de Ambiente de Entre Ríos determinó la suspensión de toda actividad en el espacio Wakeland, que siendo una zona protegida desarrolló una fiesta irregular.

Las autoridades de Entre Ríos publicaron una resolución donde se impuso la suspensión de todas las actividades en el predio Wakeland, un espacio de práctica de deportes náuticos al aire libre donde se llevó a cabo una fiesta electrónica no autorizada el domingo pasado. El lugar donde se hizo la fiesta es parte de una zona natural protegida, donde no están permitidos los eventos masivos nocturnos y con música alta. Los dueños del terreno fueron apercibidos por la Justicia federal durante la semana y el espacio quedó al borde de la clausura.

La resolución 100 de la Secretaría de Ambiente entrerriana impuso “la suspensión preventiva, total y temporal de toda actividad vinculada al establecimiento denominado ‘Wakeland’», el cual se encuentra en el kilómetro 7,3 de la Ruta Nacional N° 174 y está dentro de la jurisdicción del municipio de Victoria “por ejercicio de actividades de fiestas y espectáculos públicos y musicales sin contar con certificado de aptitud ambiental y en flagrante violación a la reglamentación establecida”.

La medida inició un proceso sancionatorio contra los dueños registrados del complejo, Enzo Federico Vignale y Mónica Elisa Cisneros, “estableciendo un plazo razonable de diez días hábiles para realizar el descargo y ofrecer medios de prueba” contra el apercibimiento por haber violado las normas establecidas en el plan de manejo de la área natural protegida “bajo apercibimiento de clausura definitiva de la actividad”.

La fiesta electrónica tuvo lugar la madrugada del pasado domingo 4 de febrero, con organización por parte de una productora que convocó al evento por medio de la red social Instagram bajo el nombre “Exiled – Private Party”. El costo de la entrada estaba entre los $6 mil y los $11 mil, sumado al hecho de que los promotores de la fiesta ofrecían un servicio de transporte a $6 mil adicionales. Las imágenes compartidas por el bioespacio Wakeland en sus redes sociales y por los asistentes al evento dan cuenta de una gran convocatoria, la cual siguió allí hasta cerca del mediodía del domingo.

En sus considerandos, la resolución enumera que la realización de eventos de estas características está prohibida por medio de una medida cautelar dictada por el juzgado federal de Victoria. A esto se le debe sumar que la fiesta viola las normas del plan de uso de la reserva de usos múltiples, las cuales establecen que toda convocatoria masiva debe tener un autorización previa, no deben “exceder los aforos establecidos normativamente en los lugares habilitados por la jurisdicción pertinente, cuyos niveles sonoros no podrán exceder los 60 decibeles medidos a 100 metros del punto que los origina”, deben ser “exclusivamente en horario diurno” y tener características “compatibles con el entorno del área protegida y con la idiosincrasia de sus habitantes”.

Fuente La Capital

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