Primera baja en el gabinete de Javier Milei: renunció el subsecretario de Comunicación
Eduardo Roust se excusó de continuar en el cargo debido a la “velocidad informativa sin precedentes” que le exigía un trabajo “un poco ‘inhumano’”.
Y expresó: “El vértigo que tiene el territorio digital o el mundo moderno de las comunicaciones, requiere de una velocidad informativa sin precedentes. Estas circunstancias hacen que el trabajo resulte para mí un poco ‘inhumano’ y me aparte de cuestiones esenciales de mi vida”.
Roust rendía cuentas a la secretaria de Comunicación de la Nación, Belén Stettler, quien lidera un equipo integrado, entre otros, por el vocero presidencial Manuel Adorni y especialistas en redes sociales como Iñaki Gutiérrez y Eugenia Rolón.
Todos, en realidad, bajo la batuta de consultor sin cargo Santiago Caputo –sobrino del actual ministro de Economía–, a quien el propio Milei calificó como el “arquitecto” del triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), señalado también por tener el cuerpo tatuado mensajes de la mafia rusa, extraídos del libro ‘Russian Criminal Tattoo Encyclopaedia’ (Enciclopedia rusa de tatuajes criminales).
Quién es Eduardo Roust
De acuerdo a su perfil en Linkedin, el renunciado Eduardo Roust dice tener “una pasión loca por este trabajo. Lo realizo todo el día, todos los días, a toda hora”.
“Me enloquece la información, el análisis, la crítica; otra mirada sobre las palabras de los diarios, los comentarios de las radios o la simple contundencia de la televisión. Vivo, felizmente de esto. Vengo del periodismo, tengo amor y respeto por quienes lo ejercen, pero mi pasión dobló la esquina”, asegura.
Realizó grados y posgrados en la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Austral, la UCA y en Washington University, habiéndose especializado en Comunicación, con estudios en Psicología y Filosofía y Letras.
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