Juntos por Entre Ríos se encamina a una interna depreciada

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Frigerio va a unas PASO casi testimoniales. Tiene el apoyo exclusivo de los dos postulantes a la presidencia de JxC. Galimberti lo enfrenta con boleta corta y con fugas de importantes apoyos internos que no quisieron acompañarlo en esa aventura. El interés del PRO nacional por cuidar a quien puede terminar siendo su único gobernador.

Rogelio Frigerio impuso sus condiciones a los postulantes a la presidencia de JxC para que en las PASO de Entre Ríos peguen su boleta con un solo precandidato a la gobernación. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich optaron, lógicamente, por el candidato de su partido, que además se presentaba como el más competitivo en la provincia. Esto implicó negarle el pegado que pedía el desafiante interno de Frigerio, el radical Pedro Galimberti.

La decisión de los presidenciables de JxC determinó que la interna de Juntos por Entre Ríos perdiera potencia. Sin candidato a presidente en la boleta de unas PASO simultáneas Galimberti difícilmente podrá alcanzar la minoría que le permita colar candidatos en la lista para la general.

A los ojos de la conducción nacional del PRO, Entre Ríos es uno de los pocos distritos que alberga la esperanza de un triunfo propio. El triunfo de Jujuy, y las posibles victorias en Santa Fe y Mendoza son de la UCR; y en Córdoba de Luis Juez. El PRO sólo tiene candidatos competitivos en ciudad y provincia de Buenos Aires. Les queda Frigerio, a quien en los últimos meses ya no ven tan seguro ganador como lo veían el año pasado, por una serie de circunstancias que derivan, centralmente, de que la simultaneidad electoral podría replicar en Entre Ríos el escenario de tercios que exhiben las encuestas, con Javier Milei restando votos por derecha a JxC.

El diagnóstico de luz amarilla para las posibilidades electorales de Frigerio se completa con el ordenamiento de la interna del peronismo en Entre Ríos, una fuerza política que ha demostrado ser poderosa a la hora de disputar territorio y que ha logrado resistir olas de cambio nacional, como en 2015. Advertían que con un solo candidato a gobernador, el peronismo podía en las PASO del 13 de agosto quedar mejor posicionado que JxC (con dos candidatos) para las elecciones del 22 de octubre.

JxC llevará finalmente dos candidatos, pero con un Galimberti muy debilitado, casi testimonial. Escapando del suicidio de la boleta corta, varios intendentes corrieron a pegar boleta con Frigerio por pura supervivencia. Se fugaron piezas clave del armado, como el intendente de Nogoyá y candidato a senador, Rafael Cavagna; el intendente de Hasenkamp, Hernán Kisser y, lo más significativo de todo, la precandidata de Paraná, Lucía Varisco.

El caso entrerriano es importante para el PRO. Si Axel Kicillof retiene la provincia de Buenos Aires y el radical Martín Lousteau se impone en la Ciudad de Buenos Aires, Frigerio se convertiría, ganando Entre Ríos, en el único gobernador del PRO. Una posición inmejorable para su sueño presidencial.

¿Por qué Larreta y Bullrich le negaron el pegado de boleta a Galimberti? ¿Acaso suponían que el radical estaba en condiciones de ganarle las PASO al candidato del PRO? Galimberti podrá decir que esa fue la razón. Pero las encuestas que propios y extraños manejaban le otorgaban una amplia ventaja a Frigerio.

Darle el pegado a Galimberti implicaba, en las PASO de una elección simultánea, que Bullrich y Larreta aportaban para que los adversarios internos de Frigerio consiguieran llevar diputados por la minoría. Se supone que más diputados que los tres que les ofrecieron en el intento de un acuerdo de unidad.

Si Galimberti repetía la elección de 2021 (32% en las PASO) tenía derecho a llevar 5 ó 6 diputados en la lista de Frigerio. Era un tercio de los 18 diputados que la Constitución provincial le asegura al gobernador entrante. Con boleta corta y las fugas en el armado que produjo, Galimberti queda más lejos de alcanzar la minoría del 25%.

En esta lógica, Larreta y Bullrich estarían aportando a la gobernabilidad de quien puede terminar siendo el único mandatario provincial del PRO.

La pregunta es ahora cómo quedan los ánimos en la interna de Juntos por Entre Ríos después de este traumático cierre de listas. Cuánto voto radical puede perder Frigerio, Larreta y Bullrich por haber impedido la competencia interna en igualdad de condiciones que tan buenos resultados le dio a JxC en 2021, cuando la presencia de Galimberti ingresando por la minoría en la lista de diputados contuvo en buena medida al voto radical más tradicional.

Una respuesta posible es que ese voto no tiene dónde ir, que no irá al peronismo ni a Milei. Pero no todos creen eso. Algunos afirman que el voto se ha vuelto mayoritariamente negativo, de castigo, de bronca. Que eso explica, precisamente, los buenos números que los sondeos adjudican al libertario en Entre Ríos.

 

 

 

Fuente:Pagina Politica

 

 

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