Sin duda, fue un clásico electrizante que el campeón del mundo vivió, sufrió y disfrutó como nadie en el Gigante de Arroyito. Acá, su testimonio post-partido.
Si ya era un ídolo, hoy Ángel Di María se convirtió en héroe de Rosario Central: metió un golazo de tiro libre para sellar la victoria “canalla” en el clásico ante Newell’s, en partido disputado en el Gigante de Arroyito por el Torneo Clausura.Así, Fideo volvió a demostrar que, a los 37 años, sigue siendo el goleador decisivo que aparece en los momentos más necesarios, como lo demostró durante años y decenas de partidos vistiendo la camiseta de la Selección Argentina.El gol que hizo delirar a los simpatizantes locales fue a los 38 minutos del segundo tiempo: un tiro libre ejecutado desde más de 30 metros que Di María colgó en un ángulo del arco defendido por Juan Espínola, imposible de atajar para el guardavalla.
Tras el partido y entre lágrimas, Angelito declaró que “lo hice y se dio… La verdad que el destino es así: la vida me llevó por muchos lados y terminé volviendo adonde soy feliz de verdad”.
“Estos 18 años afuera lo único que deseaba era volver, cumplir con este sueño y con lo que pasó hoy… No sé qué más pedir, la verdad”, pero aclaró que todavía le queda otro sueño por cumplir: “Ser campeón con Central”.“Jamás pensé que podría hacerlo… El encargado de los tiros libres y los goles es Nacho (Malcorra), pero me dio la posibilidad de poder hacerlo también y bueno: su zurda pasó para mi lado, para mi zurda, y terminamos convirtiendo el gol, que es lo importante”, dijo el goleador.