Racing batalló y dejó hasta el último suspiro este miércoles al poderoso Flamengo, por el partido de vuelta por las semifinales de la Copa Libertadores, pero no pudo revertir la serie y quedó eliminado en las puertas de la final.En un Cilindro de Avellaneda exultante, que contó con un imperial recibimiento; y con un polémico arbitraje del chileno Piero Maza Gomez, el “Mengao” aguantó el cero (y el 1-0 de la ida) gracias a una actuación consagratoria del argentino Agustín Rossi y se metió en la final, en busca de su cuarto título que lo convertiría en el brasileño más granador del certamen.La “Academia” lo jugó como una verdadera final, como para que no queda nada por reprocharse. Y tuvo alguna en una primera mitad y en la que se repartieron las pocas jugadas peligrosas; y tachó a su rival en el complemento, donde convirtió en figura al arquero argentino.