Asesinó a puñaladas a sus dos pequeños hijos y no le dieron perpetua: los motivos

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“El dolor y la conciencia que hoy tiene Muñoz constituyen una pena natural que la acompañará de por vida. Ese es un elemento que no hemos podido obviar”, sostuvo uno de los jueces. Fue sentenciada a 20 años de cárcel en Corrientes.

Condena a madre asesinó a sus dos hijos en Corrientes. Aldana Belén Muñoz, la joven de Curuzú Cuatiá que en noviembre del año pasado degolló a sus dos hijos pequeños y luego intentó quitarse la vida de la misma manera, fue condenada a 20 años de prisión. La sentencia fue dictada este jueves por el Tribunal de Juicio de Mercedes, Corrientes, que consideró el delicado estado mental de la acusada al momento del crimen.

 

El dolor y la conciencia que hoy tiene Muñoz constituyen una pena natural que la acompañará de por vida. Ese es un elemento que no hemos podido obviar”, expresó uno de los jueces al comunicar el fallo. El tribunal dispuso que la pena se cumpla en la Unidad Penal 10 del Servicio Penitenciario, dentro del área de seguridad del Hospital de Salud Mental “San Francisco de Asís” en la ciudad de Corrientes.

 

Durante la audiencia de cesura de pena, la fiscal Clara Belén Arrúa había solicitado una condena de 35 años de cárcel, mientras que la defensora oficial Julieta Lacroze pidió el mínimo legal de 8 años, alegando circunstancias extraordinarias de atenuación, ya que Muñoz fue hallada culpable de homicidio calificado por el vínculo.

 

Se contemplaron sus condiciones personales y estado mental

Los jueces Jorge Alberto Troncoso, Juan Manuel Ignacio Muschietti y Ramón Alberto Ríos valoraron la falta de antecedentes penales de la acusada, su cooperación durante la investigación y su situación social y educativa como elementos atenuantes. También descartaron que haya actuado con frialdad o planificación.

 

Troncoso explicó que Muñoz actuó bajo un “trastorno mental transitorio incompleto”, lo cual afectó su capacidad de comprender la criminalidad del hecho. Por eso, se dejó de lado la hipótesis de un accionar premeditado. “La ley nos obliga a tener en cuenta las condiciones personales de la acusada, su escasa instrucción y condiciones de vida y socioculturales, como la actitud posterior al hecho. No ocultó nada, no tiene antecedentes”, argumentó el magistrado.

 

Además, señaló las dificultades del caso: “No hemos tenido todas las herramientas que se podrían haber tenido para resolver un caso tan complejo”, agregó. “Hoy Muñoz está consciente, lo que implica una pena natural que la va a acompañar toda su vida. Ese es un elemento que hemos tenido en cuenta y no hemos podido obviar (…) al igual que su idea suicida y autodestructiva”.

 

El caso

Muñoz está detenida desde el 15 de noviembre de 2023, luego que le cortara el cuello a sus dos hijos, Dylan Damián Maciel (8) y Sofía Belén Maciel (5) mientras dormían en su casa del barrio Santa Rosa, en Curuzú Cuatiá. El crimen ocurrió en horas de la mañana pero recién se conoció al anochecer, cuando familiares llegaron a la casa y se encontraron con la mujer ensangrentada y pidiéndoles que hicieran silencio porque sus hijos dormían.

Dylan y Sofía fueron asesinados por su madre. Archivo
Dylan y Sofía fueron asesinados por su madre. Archivo

La mujer estaba sola con sus hijos porque su esposo estaba trabajando en un campo. La pareja atravesaba una crisis a causa de una supuesta infidelidad y los jueces dijeron que existen indicios de que la mujer era víctima de violencia de género pero no del tipo físico. En ese sentido, recordaron que meses antes el hombre había amenazado con quitarse la vida y desde el campo le mandó a su pareja la foto de una soga con un lazo.

 

La defensora de Muñoz buscó probar con testimonios de psicólogos y psiquiatras que la mujer cometió el doble filicidio bajo un trastorno mental transitorio completo, buscando con ello la inimputabilidad.

 

“No pudo manejar en su psiquis debilitada”

Los jueces dijeron que en el caso se advirtieron actos preparatorios por parte de Muñoz. A una amiga con la que compartía un culto, le pidió que no fuera más a su casa y que dejaría de concurrir al templo. Posteriormente cerró todas sus redes sociales y eliminó la foto de perfil que tenía en su WhatsApp.

 

Según los profesionales en salud mental que intervinieron, la mujer quería quitarse la vida a causa de una relación conflictiva con su pareja. Algunos testigos hablaron de celos mutuos. La noche anterior al hecho, Aldana le envió una serie de mensajes al padre de sus hijos, pero los borró antes que el hombre pudiera verlos, al día siguiente. Y lo bloqueó para cortar la comunicación.

 

Para los jueces, Muñoz “no pudo manejar en su psiquis debilitada” la conflictiva situación con el padre de sus hijos. Destacaron lo complejo del caso y destacaron que la imputada sufrió un trastorno mental transitorio, que no deja secuelas.

 

Los jueces destacaron los testimonios de la madre y una hermana de Aldana, quienes recordaron que ésta les pidió perdón por lo que había hecho. Y les dijo “yo también me tenía que morir, me tenía que ir con ellos”. Para el Tribunal “eso nos habla de un estado de consciencia”.

 

Indicaron que la imputada tomó la decisión de matar a sus hijos con la “idea delirante de no saber con quién iban a quedar si ella se quitaba la vida”.

 

“Aldana comete los asesinatos y se queda muchas horas (junto a los cuerpos), no esconde el arma ni modifica la escena. Incluso se acostó junto a sus hijos”, destacó Troncoso. Y sostuvo que los hechos posteriores al ataque demuestran que actuó bajo una consciencia obnubilada.

 

 

Fuente: Clarín

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