Milei impone las reglas de la discusión: gremios, gobernadores y un retorno al punto de partida
El Presidente trastoca la discusiones y las lleva a su arena. Torpeza sindical allanó camino en Aerolíneas e Intercargo. Los mandatarios provinciales, al pie y divididos. Sube la imagen pero también los arrepentidos.
La privatización de Aerolíneas sigue su derrotero en el Congreso, donde el oficialismo consiguió el dictamen de mayoría. En La Libertad Avanza esperan que se discuta en el recinto recién en 2025. El debate por el Presupuesto y las estrategias para hacerle frente al proyecto de la oposición que permitiría frenar los DNU con rechazo de una sola cámara (y no dos como ocurre ahora) se llevan toda la energía.
Asimismo, la venta de Intercargo (ya aprobada en la Ley Bases), con supuestos intereses árabes, quedará ahora cruzada por la desregulación. De ingresar nuevos jugadores, la viabilidad económica de la empresa quedará en discusión. “Solo se sostiene con una posición monopólica”, mencionaban desde el Gobierno a Ámbito. También la venta de Aerolíneas está atada, para que sea apetecible, a un cambio de convenio laboral al que deberán ceder los gremios.
Gobernadores divididos
El oficialismo no solo dividió a los gremios el viernes. También puso blanco sobre negro en las tropas de gobernadores. Mostró en la convocatoria a la Rosada lo que ocurre de facto: la liga de mandatarios de Juntos por el Cambio no es tal. No son diez y la alianza UCR-PRO ya no sobrevive, siquiera, en los alineamientos de los jefes provinciales.
Por eso, fueron primero cinco, tres del PRO y dos afines, y la semana pasada llegaron a Balcarce 50 solo los radicales, los otros cinco de la ex liga JxC. “Fue un error del PRO aceptar ir por separado, pierden fuerza sin los radicales y quedan atados a La Libertad Avanza”, expresaba un dirigente que negocia en esas mesas. Ese cónclave con los cinco gobernadores UCR (Alfredo Cornejo -Mendoza-, Gustavo Valdés -Corrientes-, Leandro Zdero -Chaco-, Maximiliano Pullaro -Santa Fe-, Carlos Sadir -Jujuy-) bajó la espuma de los cuestionamientos de Milei a Raúl Alfonsín y borró de la agenda los ataques a la sede del Comité Nacional.
Hubo una previa de los mandatarios en la Casa de Santa Fe, ubicada a escasos metros de Balcarce 50, pero luego, en el almuerzo, se encontraron con un Milei distendido. “En privado es más ameno que en público”, dijo un gobernador a este medio, quien señaló que fue un almuerzo que se alejó del “toma y daca”, una comida fructífera para descontracturar la relación. Aunque en términos duros el Presidente le pidió a Guillermo Francos que anotara el reclamo ligado al compromiso incumplido por Nación respecto a la financiación de obras públicas.
Los mandatarios bajaron también el tono. Admiten que empiezan a haber algunas señales de recuperación. No en “V”, pero una mejora leve. “El cambio cultural de Milei llegó y eso a nosotros nos vino bien: pudimos hacer recortes que eran necesarios sin cargar con el costo político”, dijo a Ámbito otro gobernador radical. En la mesa, solo Pullaro cuestionó al Presidente por sus dichos sobre Alfonsín. “Ya saben cómo soy, preocúpense cuando no diga nada”, fue la respuesta. Y pasaron al lomo a la pimienta.
Suben la imagen y los arrepentidos
Las elecciones de los Estados Unidos también le dieron a Milei un punto extra. Jugó abiertamente a favor del expresidente. Lo favorecerá en su intento de estar en la foto grande de los líderes globales de la derecha, aunque no queda claro qué tantos beneplácitos traerán para la Argentina las políticas de Trump, que acrecentarán el proteccionismo y pondrá presión sobre las monedas emergentes como el peso. Quizás consiga la foto en la cumbre de la CPAC, en Florida, esta semana.
Como fuera, celebró el Gobierno la encuesta de Giacobbe, que eleva en 8 puntos la imagen positiva de Milei tras meses de caída. La aparición de Cristina hace repuntar al Presidente, dicen en su entorno, así como la baja de la inflación y el dólar planchado. Volvió al inicio, a concentrar los apoyos del principio de su gestión. Con ese oxígeno hasta se dio el lujo de ir a cantar al programa televisivo de su novia, Yuyito González. Reminiscencias de los noventa.
“La realidad es que no cambió nada hasta ahora: Milei retiene el 80-90% de su voto y le suma la mitad del de Bullrich. El peronismo sigue también igual. Las expectativas Milei no las está cumpliendo, pero aún tiene margen y tampoco se le fue el dólar ni la inflación”, dijo a Ámbito un consultor que prefirió el anonimato. “Conclusión: las encuestas hoy sirven más para hacer noticias que para ver cosas nuevas, salvo algunos arrepentidos que van apareciendo, especialmente en los sondeos cualitativos”, concluyó.
Sentimientos Públicos, de Hernán Vanoli, también publicó una encuesta en donde empiezan a verse “arrepentidos”. Casi un 20% de los votantes de LLA en la primera vuelta de 2023 señalaron que podrían migrar al PJ. El escenario polarizado también se reflejó en el trabajo: “El 51.5% de los encuestados aseguraron que existen chances de votar a un candidato del peronismo”. El estudio infiere que el voto joven se aleja del PJ, que el apoyo crece en Buenos Aires y que el kirchnerismo tiene más adhesiones en ese segmento aunque solo es atractivo para los “K duros”. De todos modos, la mayor parte de los potenciales votantes del peronismo lo elegirían “porque los otros son peores”.
También festejó la Casa Rosada, sin sonrojarse, la suba del 0,1% del empleo registrado en agosto. La desocupación, de todos modos, sigue siendo una de las principales preocupaciones de los argentinos con una suba de 2 puntos en la era Milei.
Pero eso, tal vez, le importe poco al Gobierno, si es que logra imponer una mirada optimista y demarcar también en este caso los límites de la opinión.
AMBITO