El segundo de Bullrich en Seguridad renunció y dijo que se sumará al equipo de Frigerio
García de Luca era el secretario de Articulación Federal y encargado de la relación con los gobernadores e intendentes. “Sigo convencido del cambio que necesita nuestro país, con responsabilidad, respeto y federalismo”, escribió en Twitter para anunciar su renuncia.
Según el sitio La Política Online formalmente, la razón de la salida del ex diputado es que trabajará en el gobierno de Rogelio Frigerio en Entre Ríos. Pero según trascendió, García de Luca le comunicó a Bullrich su desacuerdo con el rumbo del gobierno de Milei, especialmente en lo relativo a la relación con las provincias.
García de Luca tiene buena relación con Bullrich y le dijo que comparte el rumbo general del gobierno, pero que no puede acompañar los ataques y las faltas de respeto hacia los gobernadores. La ministra le respondió que lo entendía, pero que ella comparte completamente la posición de Milei y rechaza “la extorsión” de los mandatarios provinciales.
El primer síntoma de que García de Luca tenía un pie afuera del Ministerio de Seguridad fue su decisión de no firmar el documento de Bullrich que cuestionó al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y quienes lo respaldaron en su pelea con Milei. Todo el círculo político de Bullrich lo firmó, excepto García de Luca.
El ahora ex secretario de Articulación Federal tiene una buena relación con Nacho Torres, con quien trabajó durante la gestión de Macri en el ministro del Interior y hace pocos días le gestionó una reunión con Bullrich para bajar la tensión con los gobernadores tras el tratamiento de la ley ómnibus.
Además de la pelea con Torres, en el círculo político de Bullrich cayeron muy mal los ataques de Milei contra Ricardo López Murphy, a quien le valoran mucho haber sido el primer dirigente de peso que la apoyó en la interna. Reprochan además que “el Bulldog” votó a favor de toda la ley ómnibus, pero el presidente igual lo atacó. Genera molestia que la ministra no haya salido a defenderlo.
La salida de García de Luca evidencia la incomodidad de los dirigentes del gobierno con perfil político ante la decisión de Milei de ir a fondo contra todo el sistema. Dicen que en la Rosada prevalece la visión de Santiago Caputo de no aceptar ningún tipo de acuerdo con “la política” y dinamitar los vínculos con el Congreso y con los gobernadores.