El equipo argentino tuvo problemas para ingresar al vecino país, donde este martes debía por Copa Sudamericana. El partido quedó suspendido y los jugadores se quedaban a dormir en el aeropuerto.
La dirigencia del “Rojo” aseguraba que están autorizados por Conmebol y confiaba en que el contratiempo se resolviera a la brevedad, mientras que los futbolistas lentamente comenzaron a mostrarse molestos por la situación.
El plantel viajó a las 14 hacia Salvador de Bahía, y a su arribo, sobre las 18 (el huso horario es el mismo en ambos países) los testeos rápidos les dieron resultados positivos a media docena de futbolistas, por lo que de acuerdo con los protocolos sanitarios vigentes, no los dejaron entrar a Brasil.
Pese a que los futbolistas del «Rojo» que llegaron a Bahía también cumplieron con el tiempo de aislamiento, como todavía mantienen parte de la carga viral, no les permiten entrar al país. En este sentido, la delegación planteó una especie de «o entran todos o no entra nadie» y por eso permanecían en el aeropuerto Diputado Luis Eduardo Magalhaes, a la espera de una resolución positiva que les permita acceder a la ciudad.
Finalmente, después de una larga jornada, Conmebol les comunicó a las instituciones que el encuentro por la tercera fecha del Grupo B de la Copa Sudamericana que debían disputar este martes Bahía e Independiente, no se llevará adelante. Los jugadores que siguen dando positivo se quedaron a dormir en el aeropuerto, en tanto que el resto de la delegación que viajó a Brasil pasará la noche en un hotel.
Ahora, resta conocer cuándo se jugará el partido y hasta podría cambiarse de sede y pasar a la ciudad de Asunción. En ese caso, Independiente quiere que sea el miércoles para ir directo de Brasil a Luque, aunque tampoco está descartada la chance de que se juegue en Bahía.
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