El Presidente asiste en forma remota del evento que se lleva a cabo en Pilar.
En ese marco Fernández pidió a los argentinos «no acostumbrarse a vivir con 300 a 400 muertes diarias» por coronavirus Covid-19 y reconoció lo «incordiosa» que se hace la vida con las medidas dispuestas para evitar la propagación de la enfermedad. Pero dejó en claro que «la mayor obligación son los últimos», que son los más afectados por las consecuencias de la pandemia.
La vacunación en el país sigue avanzando y se está llegando al primer gran objetivo, que es tener inoculado a todos los grupos de riesgo, los más castigados por la pandemia.
De todos modos, hay alertas porque el promedio de edad bajó mucho en las terapias intensivas, incluso también son muchos los menores que están padeciendo la segunda ola.
La esperanza que los laboratorios liberen las patentes, algo que hasta ahora el único que rechazó enérgicamente fue Pfizer, provoca que en el mundo haya una luz al final del túnel.
M1