Aún no se oficializó la identidad de la víctima, aunque trascendió que se trataría de un chofer del Ministerio de Salud “muy comprometido con su trabajo”, quien se desempeñaba en esa función desde julio del año 2006 y, a la vez, era monotributista relacionado al negocio del alquiler de remises.
La investigación está tras la posibilidad de un homicidio con ribetes especiales -por encargo y con mensaje mafioso o de características pasionales- por su forma de ejecución y perversidad. Los policías trabajan sobre posibles vinculaciones con el narcotráfico, «alguna abultada deuda» no cobrada o bien un hecho con características pasionales.
En la base de datos crediticia del Banco Central de la República Argentina, la persona en cuestión -siempre y cuando sea confirmada su identidad, tal como se estima- tiene una deuda «normal» con dos entidades bancarias y un negocio de electrodomésticos.
Origen del vehículo
El automóvil incendiado es propiedad de Gisela Paola Cabeza, quien también cumple funciones en la cartera sanitaria provincial y ambos hermanos pertenecen a una familia de trabajadores, considerados “buenos vecinos” en Paraná.
En principio, ella le prestó en la noche del lunes -cerca de las 20- el Clio Mío a su hermano, chofer de Salud, quien sería la víctima hallada horas después en el coche incendiado.
No obstante, esa situación deberá ser confirmada por los médicos forenses tras la realización de la autopsia correspondiente, en función del estado del cuerpo, que no permitía ningún tipo de reconocimiento de parte de sus familiares o allegados.